Aunque el calentamiento global está en su punto álgido, no cabe duda de que se está convirtiendo rápidamente en nuestra nueva normalidad. En los últimos años, algunos lugares del mundo han experimentado cambios en el clima debido al aumento de las temperaturas. Esto ha afectado sobre todo a las masas de agua: mientras algunas han crecido otras se están secando drásticamente. Antes de que sea demasiado tarde, es hora de que todos y cada uno de los seres humanos asuman la responsabilidad primordial de ser promotores del bien del medio ambiente. Esto significa proteger la capa verde de la tierra, cuidar los árboles ya existentes y plantar más para poder disfrutar de todos los beneficios que nos aportan. Entre sus utilidades encontramos usos alimenticios, medicinales, aporte de sombra y cortavientos y un hábitat para animales y humanos. El reciclaje de los plásticos que contaminan el medio ambiente también podría contribuir positivamente a salvar la naturaleza. Si todos pudiéramos unirnos y trabajar para promover el cuidado de la naturaleza, la vida en la Tierra podría ser mucho mejor de lo que es ahora.
En la Misión de Kokuselei, en Turkana (Kenia), los niños del Centro Konokono de San José están empezando a tomar la iniciativa para promover el cuidado de la naturaleza mediante el cuidado de los árboles y la plantación de más árboles que más tarde serán beneficiosos para la población local que vive en los alrededores de Kokuselei. Este grupo de niños se deleita con la limpieza del medio ambiente recogiendo plásticos en los alrededores de Kokuselei y reutilizándolos para la plantación y la decoración. Con la ayuda de los misioneros de la Misión de Kokuselei, han creado el Club Medioambiental San Francisco de Asís, a través del cual coordinarán actividades relacionadas con el cuidado del medio ambiente.
Todo esto son pasos hacia un mundo mejor, más bello y respetuoso con el medio ambiente. Cuantos más jóvenes crezcan con este tipo de sensibilidad por el cuidado del medio ambiente, mejor, ya que será una semilla plantada en sus corazones que seguro crecerá a través de las generaciones y dará buenos frutos.
Fridah Ejore,
Aprendiz MCSPA.
Misión de Kokuselei, Turkana (Kenia)