Este mes, la MCSPA tuvo el privilegio de participar en dos eventos significativos centrados en el fomento de vocaciones en Filipinas, reforzando el compromiso de la Iglesia de inspirar a los jóvenes a dedicar sus vidas al servicio a Dios.
Las actividades comenzaron con una visita a la archidiócesis de Jaro en Iloiloi (Filipinas Central), donde el diácono Stephen Iyerio e Innocent Phiri se reunieron con el arzobispo José Romeo y se unieron a él en la celebración eucarística que marcaba la conclusión del Mes de las Vocaciones en la archidiócesis. La celebración fue una hermosa ocasión para orar, reflexionar y ofrecer un momento de gracia a quienes disciernen su vocación. Fue un privilegio participar en este significativo acontecimiento, ya que la Iglesia filipina sigue insistiendo en la importancia de fomentar las vocaciones, especialmente entre los jóvenes. El diácono Stephen fue más allá y animó a los seminaristas, que se preparan para la ordenación diaconal, a estar dispuestos a servir incluso en lugares difíciles como Turkana, en Kenia.
Después, la MCSPA de Manila participó en un acto vocacional de la diócesis de Cubao (Metro Manila). El encuentro fue una ocasión animada e inspiradora, llena de jóvenes deseosos de aprender más sobre las posibilidades de dedicar sus vidas a la misión de Dios. El evento puso en relieve las diversas formas en las que los jóvenes católicos pueden servir a la Iglesia, ya sea a través del sacerdocio, la vida religiosa o el ministerio laico. Fue un hermoso encuentro, en el que la energía y el entusiasmo de los jóvenes nos recordaron la esperanza que la próxima generación aporta a la Iglesia. También tuvimos el privilegio de conocer y charlar con el entonces obispo electo de Cubao, el P. Elias Lumayog Ayuban Jr., CMF, cuya ordenación episcopal y posesión canónica tendrá lugar el 3 de diciembre en la Catedral de la Inmaculada Concepción.
Este encuentro con los jóvenes ha sido verdaderamente inspirador, y tenemos la esperanza de que sean más los que respondan a la llamada a servir como misioneros, especialmente en los lugares donde la necesidad es mayor. En particular, rezamos para que más jóvenes, hombres y mujeres, se planteen responder a la llamada y acudan a trabajar en regiones difíciles y desatendidas como África. La misión de la Iglesia en esos lugares requiere personas dedicadas y valientes que estén dispuestas a llevar la luz de Cristo a los entornos más difíciles.
Mientras seguimos reflexionando sobre estas experiencias, nos llena de esperanza el futuro de las vocaciones en Filipinas y más allá. Rezamos para que más jóvenes, movidos por el Espíritu, den el valiente paso y dediquen sus vidas a servir a la misión de Dios, dondequiera que sean llamados.
Por Dionisius Kandar e Innocent Phiri
Aprendices MCSPA, Manila (Filipinas)