Los dos intensos días del taller de Formación de Jóvenes de la parroquia de Todonyang se centraron en la lucha contra el abuso de drogas y otras sustancias entre los jóvenes.
Bajo la dirección de un dinámico orador, los talleres profundizaron en diversas facetas del abuso de sustancias adictivas, fomentando un ambiente de educación y capacitación. Los participantes debatieron sobre como reconocer las señales de advertencia del consumo de drogas, el análisis de las causas subyacentes y la elección de los mecanismos de apoyo más eficaces.
A lo largo de las sesiones, los asistentes adquirieron conocimientos prácticos para intervenir en situaciones de crisis y acceder a los recursos pertinentes donde ellos mismos no pueden ayudar. Mediante juegos de rol y ejercicios basados en situaciones hipotéticas, perfeccionaron su capacidad de responder eficazmente a emergencias relacionadas con sustancias y prestar ayuda a los necesitados.
Más allá de impartir conocimientos y técnicas, los talleres sirvieron de plataforma para forjar conexiones y alimentar un sentimiento de solidaridad entre los participantes. El entorno de colaboración animó a los jóvenes a unirse, a intercambiar ideas y a colaborar con el objetivo común de construir comunidades más sanas y resistentes.
Cuando el taller llegó a su fin, los participantes se marcharon animados y motivados para seguir luchando contra el consumo de drogas en sus comunidades. El taller suscitó un diálogo y una acción significativos, subrayando el papel fundamental de la educación, la capacitación y la acción colectiva para hacer frente a complejos retos sociales. Aunque el partido de fútbol ofreció momentos de relax y camaradería, fueron las sesiones formativas las que transmitieron la esencia del taller para jóvenes de la parroquia de Todonyang; dándoles las herramientas y el deseo de tener un impacto positivo en la lucha contra el abuso de drogas y otras sustancias nocivas.
Por Benedict Maina, aprendiz de la MCSPA, Misión de Todonyang.