El P. Alejandro Campón y Cosmus Onyango, de la Comunidad Misionera de San Pablo Apóstol, asistieron el sábado 9 de marzo a una Conferencia Juvenil sobre misiones organizada por la Archidiócesis Católica de Jaro en Iloilo City, Filipinas.
El lema de esta conferencia, dirigida a los jóvenes de toda la archidiócesis, fue “Misión: Una oportunidad de Gracia y de avanzar hacia el servicio al prójimo”. Más de 100 jóvenes, religiosos y laicos pudieron participar en el evento.
La serie de charlas impartidas por el P. Peter John Guarin, de Nuestra Señora del Monte Carmelo en Calmay, Iloilo, y el P. Alex Campón captaron la atención de los asistentes al incluir experiencias concretas y emotivas de la misión en Turkana Norte, Kenia. El P. Peter sirvió en la parroquia de la Sagrada Familia, Kaaleng, en la diócesis de Lodwar, Kenia, como sacerdote fidei donum gracias a la colaboración entre la archidiócesis de Jaro y la diócesis de Lodwar.
Estas dos diócesis establecieron por primera vez una relación de servicio a la Iglesia católica en Turkana en el año 2019, gracias a la iniciativa de construcción de puentes entre iglesias locales impulsada por la MCSPA. Desde entonces, la Archidiócesis de Jaro ha estado enviando sacerdotes para la misión en Turkana. Además, la Diócesis de San José, Antique, también tiene un acuerdo similar con la Diócesis de Lodwar, enviando sacerdotes para trabajar en la Parroquia de Kaikor, desde hace más de 8 años. El celo de la MCSPA por tender puentes entre la diócesis de Lodwar y las iglesias locales de Asia también ha visto la llegada de una congregación de religiosas -las Hermanas Mensa Domini o Hermanas de la Mesa del Señor- para unirse a la evangelización en Turkana. Estas hermanas, en la actualidad, tienen comunidades permanentes en Kaaleng y Lodwar, y pronto en Nariamawoi.
El P. Peter Guarin reflexionó sobre la presencia física en una misión como la mayor generosidad con la que podemos responder a la llamada a ser enviados. Explicó: “Para los turkana, la presencia es suficiente; basta con que estés con ellos. Hay momentos en los que no tenía comida que ofrecer, pero me dijeron que no pasaba nada: ‘Nos parece bien, Padre, porque te has quedado con nosotros aquí'”. Aconsejó a los jóvenes que fueran dones para la misión y animó a sus hermanos sacerdotes a salir en misión porque “la misión es Gracia, que nos permite ser instrumentos de amor y esperanza para la gente que nos necesita.”
La charla del P. Alex se basó en la vasta experiencia de sus 28 años de sacerdocio y como misionero en Kenia. En todo este tiempo, ha habido muchos grandes momentos, pero sus primeros días en la misión siguen siendo especiales. Fue cuando le asignaron llevar un registro de bebés y madres en los programas de nutrición cuando encontró su propósito vital. El P. Alex narró emocionado: “Fue realmente un descubrimiento increíble para mí. Ahora puedo decir que fue allí, en Turkana, cuando vi claramente la confirmación de que Dios quería que me convirtiera en sacerdote misionero y dedicara mi vida a ello”. Ciertamente, lo más significativo no fue la aportación que hice allí como voluntario, ni los esfuerzos o efectos de mi voluntariado, sino lo que recibí a cambio como experiencia allí.” Además, el P. Alex animó a la audiencia a moverse y a salir de los esquemas cómodos y preestablecidos de nuestra sociedad y a abrazar nuevos estados mentales y propósitos. Sólo así se puede descubrir la gracia que la misión representa.
Tras las ponencias, comenzó la ronda de preguntas en la que algunos de los asistentes quisieron saber cuáles son los retos de estar en una misión. El P. Alex respondió que la soledad puede en ocasiones difuminar las alegrías de estar en una misión y recordó ciertos momentos durante la pandemia de Covid-19 en los que sintió la punzada de la soledad, al estar aislado de sus compañeros de misión: “A veces puedes sentirte vacío ante la necesidad, cuando no tienes soluciones a los problemas de la gente”.
El P. Peter añadió que es fácil caer en la tentación de estar “ocupado” hasta el punto de olvidarse de rezar y de estar con el Señor que provee. El trabajo misionero puede ser muy exigente y es fácil perderse en él. Peter animó a la audiencia a rezar por los misioneros, porque eso también forma parte de estar en una misión.
La Comunidad Misionera de San Pablo Apóstol (MCSPA) agradece a la Archidiócesis de Jaro, bajo la guía del Reverendísimo Arzobispo José Romeo Lazo, su cálida acogida. Y por supuesto, agradece al P. Arthur “King” Flores, director de la Comisión Arquidiocesana de Misión, y al P. John, director de la Comisión de Juventud y a todo el equipo organizador de la “Charla Misionera 2024” por su invitación y oportunidad de hablar a la juventud de Jaro. “¡Damo nga salamat!”
Cosmus Onyango, aprendiz de la MCSPA,
Metro Manila, Filipinas.