Durante este mes de julio cinco estudiantes de la Universidad de Addis Abeba han venido como voluntarios a la misión de Muketurri. Junto con las maestras de la guardería han diseñado un programa de reforzamiento de inglés para las profesoras y de ciencias, matemáticas e inglés para nuestros niños. Por las tardes, junto a voluntarias españolas, han apoyado el curso de inglés de verano dirigido a niños de primaria.

Los voluntarios, tres mujeres y cuatro hombres, cursan distintos estudios; planificación y diseño urbano, ingeniería civil, ingeniería química e ingeniería eléctrica. Ellos son parte del grupo fundador de una organización llamada Abet que en amharico quiere decir “responder a una llamada”. ABET es una organización civil de voluntariado que intenta responder diferentes necesidades sociales en Addis Abeba y han participado en actividades recreativas para niños con autismo, campañas para recoger fondos para entregar alimentación a una escuela primaria, acompañamiento de enfermos en el Ethiopian Cancer Institute, entre otros. Durante agosto nos acompañarán a la misión de Andode para continuar su voluntariado.

Ha sido una sopresa mutua el conocernos y compartir el sueño común de dar más oportunidades a niños de Muketuri y alrededores; Para los jóvenes etíopes ha sido un reto ver cómo viven tantas personas en su país, una realidad, para ellos, bastante desconocida desde la capital;

Para los lugareños ha sido una sorpresa también, conocer a jóvenes etíopes, igual que ellos, que de forma voluntaria pasan sus vacaciones apoyando a niños de zonas más necesitadas. Se han creado entre ellos puentes de amistad, en los que, todas las partes se enriquecen. Hemos empezado a hacer planes de que los jóvenes de Abet vengan a Muketuri un fin de semana al mes durante el año. Esto puede ser el inicio de un movimiento de la sociedad etíope, que, desde un cierta clase media que crece timidamente, se acerca a la realidad masiva del país de tanta gente que no tiene ni sus necesidades más básicas solucionadas.

Estamos contentas y agradecidas de encontrarnos con jóvenes etíopes interesados en cambiar la realidad de este país. Creemos que juntos podemos hacer mucho más.

Lourdes Larruy