Desde hace un buen tiempo estábamos con la idea de establecer un gallinero para que los niños pudieran comer huevos. Explicándolo así suena bastante fácil, ¿Qué complicado puede ser esto? Pues puede serlo… ¡os lo aseguro! Cuando estás en un lugar con temperaturas muy altas, cuando no se tienen los conocimientos – soy trabajadora social – puede ser una obra de titanes.
Después de cuatro años de intentarlo y sobre todo de tener fe y constancia, los niños del valle de Kokuselei están consumiendo huevos. Así es: 50 gallinas están produciendo a diario, y esto ha hecho posible que los niños menores de seis años que atendemos en las 8 unidades nutricionales puedan comer por lo menos dos veces al mes este preciado alimento.
Lo más hermoso es que para muchos, por no decir que para todos, es la primera vez que comen huevo.
Agradecemos a todos los que han colaborado para que este sueño sea hoy una realidad. Thank you all for your Support!!!
Diana Trompetero
MCSPA